Animales Prehistóricos de juguete, Osos, Rinocerontes y otras bestias de las cavernas
Imagínate que te hubiese tocado vivir en África, Australia o Europa hace 20 millones de años. Cada vez que salieses de una de las cuevas de tu tribu tendrías que mantener bien abiertos los ojos para evitar que los tus vecinos los Animales prehistóricos de juguete como un tigre dientes de sable, un león cavernario o un oso cavernario te hincase el diente. De hecho, aunque vivieses en una localidad costera, ni siquiera podrías disfrutar de un refrescante baño en el mar por miedo a que un imponente Megalodon, un espectacular ejemplar antecesor del tiburón blanco que llegó a alcanzar los 18 metros de largo y que era capaz de zamparse ballenas enteras de un mordisco, quisiese tomarte como aperitivo.
Asimismo, cada noche podrías reunirte con los demás miembros de tu comunidad en torno a una hoguera y saborear la deliciosa carne del Mamut lanudo que, con mucho esfuerzo, cazasteis durante la tarde. Desde luego, parece muy emocionante e, incluso, divertido, pero a la vez debe resultar aterrador. Al fin y al cabo, los animales de las cavernas que aparecen en los libros de historia y que han sido descubiertos y estudiados por multitud de paleontologos y arqueologos para luego ser expuestos en museos de todo el mundo no parecen muy amigables…
Comienza tu colección prehistórica con un tigre Smilodon dientes de sable
Pero, dejando a un lado estas fantasías más propias de películas antiguas, la realidad es que aquí podrás encontrar una gran variedad de figuras de coleccionista que representan a animales extintos tan impresionantes como el león cavernario americano, el Megaloceros, el Postosuchus, el Genyornis, el Arctodus, el Ailornis, el Liopleurodon o el Titanotylopus, por ejemplo.
Vamos, que si te llevas todos estos sets de animales prehistóricos de juguete, tu casa va a parecer un zoológico para cavernicolas. Aunque, eso sí, te brindarán, tanto a ti como a tus hijos, la oportunidad de aprender todo lo que rodeaba, además de a las especies ya citadas, al Rinoceronte lanudo, al Quetzalcoatlus, al Macrauchenia, al Smilodon, al Mammuthus trogontherii, al Elasmotherium o al Arthropleura. En definitiva, si empiezas a vislumbrar que tu pequeño está desarrollando tu misma pasión por los hombres de las cavernas y quieres que pueda aprender jugando, has llegado al lugar ideal.